Carlos A. Guerrero

YPF aumentó ayer el precio de sus combustibles en todo el país por séptima vez en lo que va del año. La nafta premium ahora cuesta un 5,5 por ciento más y acumula una suba de 35,2 por ciento en poco más de siete meses.

La súper trepó un 4,5 por ciento más y en el año suma un 29,6 por ciento de incremento. A su vez, el gasoil premium subió 5,5 por ciento y el gasoil común un 5,2 por ciento.

Shell siguió sus pasos y desde la madrugada de hoy aumentó la nafta súper un 4,5 por ciento; la premium un 5,6 por ciento; el gasoil común un 5,6 por ciento; y el Shell V-Power Diesel un 5,6 por ciento.

El ministro de Energía, Javier Iguacel, aseguró a principios de julio que el mercado está liberado y que no iba a intentar ponerle un freno a las subas. Por lo tanto, iba a ser la caída de la demanda la que supuestamente le marcaría un límite a las petroleras. Más allá de lo que pueda ocurrir con la demanda, los dichos de Iguacel son relativos porque el gobierno controla a la petrolera que concentra el 55 por ciento del mercado.