Carlos A. Guerrero

policia cordobaLa provincia de Córdoba esta inmersa en un escándalo policial por el allanamiento a la jefatura de policía que afecta a la división Drogas Peligrosas. Detuvieron al jefe de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, Rafael Sosa, y otros cuatro efectivos, y se confirmó que en el operativo hallaron bolsas con droga no declarada y armas limadas.

«Tengo un caso con pruebas donde se encontraron estupefacientes en la Jefatura de la Policía. La droga estaba en condiciones absolutamente ilegales. Esto demuestra que puede ser cierto que podría ser utilizada para `cargar´ a personas a las que quieran incriminar», contó el fiscal Enrique Senestrari, que investiga la supuesta connivencia entre jefes de la fuerza y narcotraficantes

El fiscal federal Senestrari libró ayer a la tarde órdenes de captura contra los comisarios Rafael Sosa y Alfredo Saine, el oficial inspector Franco Argüello, el sargento Fabián César Peralta Dáttoli y el suboficial Mario Osorio, todos de la División Lucha Contra el Narcotráfico, por supuestos vínculos con grandes narcotraficantes, según la denuncia presentada.

Tras numerosos operativos en la jefatura policial de Córdoba capital y en las casas de los efectivos, anoche el jefe de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico de la Policía de Córdoba, Rafael Sosa, y los otros cuatro policías de la misma área quedaron detenidos e imputados por los delitos de asociación ilícita, privación ilegítima de la libertad y falsedad ideo­lógica.

En síntesis, el fiscal considera que la droga sin declarar que estaba en poder de los policías investigados podría ser usada eventualmente para ser «plantada» en algún procedimiento e involucrar de esta manera a personas inocentes.

Senestrari se defendió de las acusaciones lanzadas por algunos sectores del gobierno provincial respecto de que la investigación tendría un móvil político: «Yo no sé si pretenden señalarme a mí. No tengo filiación política. Los que dicen eso tienen que ver las pruebas que hay en el caso y verán que no hay ninguna ‘operación'».

La presunta vinculación de policías cordobeses con el negocio del narcotráfico se conoció la semana pasada por intermedio del testimonio del `colaborador encubierto´ policial, Juan Francisco `el francés´ Viarnes, ofrecido al programa ADN de los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la UNC y que motivó al fiscal Senestrari acelerar los pasos de la investigación que ya estaba en marcha desde tiempo atrás.

Viarnes, en calidad de ‘arrepentido’ dio su testimonio ante las cámaras de televisión y manifestó que jefes policiales de la lucha contra la droga tenían vínculos con narcotraficantes, quienes pasarían información a cambio de ser retribuidos con parte de los estupefacientes secuestrados en operativos antidrogas.

Los efectivos policiales fueron licenciados a partir de la denuncia que tomó estado público, en tanto otros de los mencionados, el oficial principal Juan Alós, de 34 años, fue encontrado muerto con un balazo en la cabeza en el interior de su vehículo en las cercanías de Bosque Alegre, en la zona de Alta Gracia, un hecho que para el fiscal Emilio Drazile se trató de un suicidio.

La justicia dedicará la mañana a analizar la prueba secuestrada tanto en la jefatura de policía de Córdoba como en los domicilios particulares de los uniformados detenidos. Además de Rafael Sosa, se encuentran detenidos el comisario Alfredo Saine; el oficial inspector Franco Argüello; el sargento Fabián César Peralta Dáttoli y el suboficial Mario Osorio.