Carlos A. Guerrero

Despedida Cristina Kirchner

Una multitud colmó la Plaza de Mayo y sus alrededores para acompañar a la Presidenta Cristina Kirchner en su último acto antes de dejar el poder. El fin de su mandato significó el cierre de un ciclo político de 12 años. Fue la última presentación de en calidad de jefa de Estado, debido a que no asistió a la ceremonia de traspaso de mando.

En el Salón de los Bustos presidenciales inauguró el que se realizó en honor a Néstor Kirchner. Emocionada, con la voz casi quebrada, tuvo palabras de recuerdo sobre su marido y destacó logros de su gestión.

Frente al pleno de su gabinete, gobernadores y legisladores, agradeció el apoyo de los sectores que respaldaron al kirchnerismo. Hizo una mención especial para sus funcionarios: «No es fácil sufrir agravios, calumnias e injurias. No es lo mismo ser ministro de un gobierno popular que un gobierno con impunidad mediática», disparó. También tuvo una frase particular hacia Daniel Scioli, de quien reconoció su «acompañamiento». El gobernador bonaerense respondió sonriente con un saludo.

Acompañada también por su par boliviano, Evo Morales, aseguró que hay una agenda impulsada por sectores de poder del mundo para la región que se funda en tres supuestos pilares: la hegemonía mediática, el eje político y lo que denominó como partido judicial.

«Que Dios ilumine a toda la dirigencia argentina, a los que tendrán la responsabilidad de conducir este país, que cuiden a todos los argentinos. «Tenemos que tener la claridad de poner los intereses del país por delante de todo alineamiento internacional. Los que siempre nos acusaron de ideologizados resulta ser que son los que más cargas y dogmas tienen», afirmó.

«La tarea sigue, no hay que confundirse, el lugar natural de un militante no es en el gobierno, sino junto al pueblo», dijo.

Para cuando terminó de hablar en la Casa Rosada, la plaza que por la tarde había recibido columnas de militantes estaba atiborrada de gente. Cristina Kirchner apareció y la multitud estalló en aplausos y gestos de acompañamiento. Una vez más cursó agradecimientos pero de tanto en tanto fue interrumpida por las aclamaciones.

«Me hubiera gustado entregar el poder en el Congreso, entregar los atributos ante la Asamblea Legislativa», afirmó.

Dijo que ya comenzaron a «surgir los primeros problemas» y mencionó los aumentos de precios que se registraron en las últimas semanas, a su entender producto de «declaraciones y acciones» de la gestión Macri.

En el final, mandó dos mensajes al nuevo gobierno: «La autoridad, no el autoritarismo, se construye logrando el respeto y la confianza del pueblo. La confianza se logra de una única manera, no hay formulas mágicas, no hay alquimias raras, no hay patentes de invención para construir confianza popular y social. La confianza se construye cuando cada argentino sabe que el que está sentado en el sillón de esta casa (Rosada) es el que toma las decisiones y que cuando lo hace, lo hace en beneficio de las grandes mayorías populares».