Carlos A. Guerrero

Mediante la colaboración público-privada, cientos de ciudades latinoamericanas con menos de 50.000 habitantes suman esfuerzos para lograr una conectividad de calidad. Desde la Red de Innovación Local (RIL) destacan las acciones tomadas para saber el estado del servicio en el territorio y conectarse con las industrias del conocimiento.

Residir en una ciudad pequeña no tiene por qué ser sinónimo de vivir sin internet o con una conexión deficiente. Con el avance del siglo XXI, casi no existen actividades que escapen a la necesidad de este servicio, considerado esencial y un derecho humano. Así, cada vez más localidades –alejadas de los grandes centros urbanos– toman nota de la importancia de facilitar la conectividad.

En Lobería, el gobierno local diseñó un plan para conocer a ciencia cierta las características y la calidad del acceso a internet fijo y móvil en los hogares de la ciudad. Desde la Red de Innovación Local, resaltaron que, con todos los datos sobre la mesa, el Gobierno de Lobería se propuso pensar qué acciones públicas y privadas son las más necesarias para mejorar los servicios y dar más oportunidades a la población.

Para lograr sus objetivos, la Municipalidad de Lobería realizó en 2022 dos relevamientos: uno entre las empresas prestadoras del servicio y otro entre la población en general.

El primero buscó conocer con mayor detalle cuál es la infraestructura desplegada en la localidad. Es decir, por dónde pasan los distintos tendidos y nodos, además de la tecnología de los equipos utilizados y el ancho de banda provisto.

Toda la información fue volcada en mapas y documentos técnicos con datos provistos por las compañías operadoras. Esta tarea contó con la asistencia de la empresa NEC, aliada al programa Ciudades del Conocimiento de RIL.

Por otro lado, el plan de Lobería necesitaba saber qué pasa en los hogares. “Ponemos en marcha un censo de conectividad con el objetivo de relevar información acerca de este servicio y elaborar un mapa de calor que permita conocer la situación real de internet en nuestra ciudad. Además, estos datos colaborarán para impulsar y acompañar nuevas políticas públicas que mejoren el servicio”, decía en agosto de 2022 María Belén Goyhenespe, directora de Modernización y Tecnologías en Lobería.

Este relevamiento ocurrió durante los días siguientes, alcanzando de forma digital y presencial a 902 hogares, entre un total de 4.500. Algunas de las cosas que se preguntaron: ¿Cuál es el grado de satisfacción de los vecinos con sus servicios de internet fijo y móvil? ¿Cuáles son los principales tipos de conexión elegidos? ¿Y qué hay de la brecha digital?

En RIL, indicaron que iniciado el 2023, con los primeros resultados sobre la mesa, en Lobería detectaron que más del 99% cuenta con algún servicio de internet. Y si bien la conformidad en general es elevada, un porcentaje considerable de ciudadanos espera poder conectarse pronto a la fibra óptica. Este tipo de conexión ya es el más elegido en las casas, pero sólo existe un prestador y todavía no llega a todo el municipio.