Carlos A. Guerrero

hallan cadaver en mar del plata
Crédito foto:0223.com.ar

Un grupo de delincuentes sorprendió a un filetero en la localidad de Mar del Plata cuando estaba volviendo a su casa en el barrio Las Heras después de visitar a un familiar. Los ladrones lo golpearon y lo dejaron inconsciente. Luego lo llevaron hasta un descampado y lo taparon con un montículo de tierra. Murió asfixiado. Los sospechosos tienen 14 y 15 años.

Un vecino vio el domingo a la noche que dos chicos llevaban al hombre abrazado, casi a la rastra, con los pies que apenas rozaban el piso. Pensó que estaban ayudando a un borracho y no se preocupó. Doce horas más tarde, bajo identidad reservada, se convirtió en el testigo clave de un atroz asesinato en el barrio Las Heras: los chicos tenían 14 y 15 años y llevaban a la rastra a Claudio Víctor Morales (28), un filetero al que para robarle golpearon hasta dejar inconsciente y después enterraron vivo en un descampado.

La autopsia reveló que el hombre murió asfixiado. Es decir: los golpes le hicieron perder la consciencia, pero aún tenía vida cuando fue tapado con un montículo de tierra.

Los adolescentes fueron detenidos ayer a la tarde cerca de la escena del crimen. Por su edad son inimputables: no irán presos.

El fiscal del caso, Walter Martínez Soto, ya pidió que queden alojados en el Centro de Contención de Batán para ser rehabilitados. La jueza de menores, Fernanda Di Clemente, resolverá su situación.

El asesinato generó una fuerte conmoción en el barrio Las Heras: los vecinos al enterarse que por el crimen era acusado un adolescente que vive en la zona le prendieron fuego su casa.

En cuanto a la causa, la principal hipótesis de los investigadores es que Morales salió de su vivienda ubicada en Gütenberg al 8000 para visitar a unos primos. Ahí estuvo cerca de dos horas hasta que a las nueve y media de la noche del sábado se despidió de sus familiares para volver a la casa donde vive con sus padres. En ese trayecto, fue asaltado por al menos dos adolescentes que lo golpearon y lo dejaron inconsciente para robarle. Se cree que los ladrones le quitaron la zapatillas y es probable que también plata. La mamá de la víctima contó que su hijo había cobrado en el Puerto hace unos días y solía llevar «algunos pesos» encima.

Después de golpear a Morales, los delincuentes lo abrazaron y lo llevaron a la rastra hasta un descampado ubicado en Reforma Universitaria y Gütenberg. Ahí, lo enterraron debajo de un montículo de tierra y escaparon.

Ayer a las nueve de la mañana, dos chicos que pasaban por el descampado vieron  dos pies que se asomaban debajo de un montículo de tierra y le avisaron a un hombre que está realizando obras en la zona. Enseguida, llamó al 911 y los  policías de la comisaría decimosexta que llegaron hasta el lugar encontraron el cuerpo: tenía puesta una remera y estaba desnudo de la cintura hacia abajo. Después llegaron los especialistas de la Policía Científica y la división Homicidios de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI).

En principio, el caso recayó en la fiscal María Isabel Sánchez pero la declaración de un vecino bajo identidad reservada encaminó la investigación: el hombre contó que vio la noche anterior a dos menores que parecían estar llevando a un «borracho» hacia el interior del descampado. Y los identificó.

A eso se le sumaron otros testimonios que también complicaron a los adolescentes del barrio Las Heras, quienes quedaron sospechados por el crimen. La causa pasó al fiscal de menores, Walter Martínez Soto.

Poco después, los vecinos se enteraron del homicidio e incendiaron la casa de uno de los menores, ubicada en Gütenberg al 8800. Cerca del mediodía, la policía detuvo caminando por el barrio a los dos chicos acusados del homicidio. Uno de ellos, el de 14 años, ya había participado de delitos «contra la propiedad y las personas», según revelaron fuentes judiciales.

Horas después de las detenciones, los resultados preliminares de la autopsia revelaron que Morales murió asfixiado por respirar tierra. También presentaba un fuerte golpe en el ojo y en distintas partes del cuerpo. «Creemos que recibió una golpiza para ser asaltado», confió un fuente consultada.

El padre de Morales fue hasta la morgue y confirmó que era el cuerpo de su hijo: tenía un tatuaje que decía «Víctor». «Fue un momento terrible para la familia. Era un joven muy trabajador que vivía con sus padres y no tenía problemas», reveló un investigador.

A pesar de que todo indica que los autores materiales del homicidio están detenidos, la causa aún no está cerrada. Fuentes judiciales le confirmaron a LA CAPITAL que no descartan que más hombres hayan participado de la golpiza que dejó inconsciente a Morales. «Los cuerpos de los adolescentes son muy pequeños. Cuesta creer que solos hayan podido golpear tanto a la víctima», aseguró un investigador.

La policía estima que el asalto ocurrió cerca de la puerta de la casa de uno de los adolescentes detenidos y que Morales fue arrastrado más de cien metros hasta el descampado.

Fuente: lacapitalmdp.com