Carlos A. Guerrero

El Banco Central (BCRA) devaluó fuertemente al peso en el mercado oficial este lunes, luego de perder las elecciones. El dólar mayorista subió 22% en la apertura de las operaciones y llegó a $350 para la venta. Además, acompañó el movimiento con una importante suba de tasas. No hay referencia de precios, se frenaron ventas, se prevé recesión económica e inflación mensual de dos dígitos al menos hasta fin de año.

La primera noticia de la suba decidida por el Gobierno les llegó a los operadores a través de sus pantallas. El BCRA, que con sus ventas de reservas tiende a poner un techo a los movimientos del dólar mayorista, arrancó la rueda en el nuevo precio. Más tarde, el organismo confirmó a los operadores que era un nuevo régimen cambiario.

Si había un motivo por el cual el ministro de Economía, Sergio Massa, resistía la devaluación que tanto le venía pidiendo el Fondo Monetario Internacional (FMI), era por lo que implicaría en materia inflacionaria.

En la Argentina, cada vez que sube el dólar, inmediatamente se produce un traslado a precios. Y la inflación, según el último dato de junio, ya se encuentra en 115% interanual, por lo que era, según el candidato presidencial por Unión por la Patria, un camino asegurado a niveles de precios mucho más altos. Sin embargo, el Banco Central devaluó. El dólar mayorista subió de $288 que cerró el viernes a $350,05 en la apertura del mercado, una suba de casi 22 por ciento. El minorista, en tanto, ya cotiza a $365,50.

Habrá traslado a precios. Este lunes por la mañana, minutos después de la decisión del BCRA, empezaron a desaparecer las listas de hay precios en algunos rubros y se frenaron algunas ventas. “Lindos mensajes de mis proveedores”, ironizó un empresario del rubro alimentos y mostró un mensaje de WhatsApp que decía: “Buenos días! Informamos que debido a la situación del día de hoy, las ventas mayoristas quedan suspendidas por el momento. Nos estaremos comunicando con cada uno que tenga pedido pendiente”.

En locales de una importante cadena de supermercados, por ejemplo, temprano el lunes retiraron de los exhibidores todos los televisores. “Está todo tremendamente complicado. Como dije otras veces, la incertidumbre es peor que lo malo, y esa incertidumbre genera que muchos comercios estén paralizados. Los proveedores avisan que no tienen listas de precios, no se está vendiendo y aquellos que venden marcan por las dudas. Es un escenario muy complejo que estimo va a durar como mínimo 60 días, hasta que esto se aclare en octubre”, afirmó el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman.

Según las primeras estimaciones de algunos economistas consultados por Infobae, esta devaluación implicará niveles de inflación de dos dígitos en agosto y septiembre, por lo que el escenario en materia económica de cara a octubre se prevé difícil. “Vamos a tener más inflación, sobre todo en agosto y en septiembre.

“Si se venía recalentando hasta ahora y proyectábamos 8% para este mes, es posible que ya esté en dos dígitos. Y también va a impactar en septiembre, ya que este salto se produce a mitad de mes”, enfatizó el economista Lorenzo Sigaut Gravina, de la consultora Equilibra.

Los rubros que más impactarán son los de bienes transables, que tendrán un impacto directo. Es el caso de alimentos, donde las subas podrían trepar al 15 por ciento.

“En muy poco tiempo se van a encarecer bienes muy importantes y necesarios. Imagino al Gobierno teniendo que tomar alguna medida, como hizo Macri después de perder las PASO, con la quita del IVA a los alimentos”, recordó el analista. El resto de los precios también subirán, pero tal vez no de forma inmediata. Los servicios, por ejemplo, responden más a las actualizaciones salariales, que no se producirán rápidamente, agregó.

Por lo pronto, en algunas empresas del sector alimenticio advertían desde ayer que “hoy no hay precio de nada”, que los proveedores están a la espera de ver cómo se estabiliza todo para actualizar las listas de precios. En el caso de las alimenticias, deben renegociar los acuerdos de precios con la Secretaría de Comercio y les habían anticipado que luego de la elección serían convocadas para discutir cómo seguía Precios Justos. En este contexto, se supone que todo se demorará y habrá mayor presión a ajustar las listas más de lo deseado por el oficialismo.