Carlos A. Guerrero

Jaula Mar del Plata

MAR DEL PLATA- Un hombre fue detenido por la Policía en Mar del Plata luego de que dos de sus hijos denunciaran que mantenía encerrados a su esposa y a un hijo autista. Un comportamiento inexplicable en una historia familiar marcada por el maltrato y el terror. Los mantuvo así durante años, el caso había sido denunciado en 2008 y 2010 pero en ese entonces nadie hizo nada.

Dos hermanos conmovieron a la ciudad de Mar del Plata a través de una denuncia en la comisaría de la Mujer, que derivó en la detención de su padre, acusado de encerrar en una jaula a su esposa y a otro hijo que padece autismo.

Con los datos recabados por el personal policial, el fiscal Alejandro Pelegrinelli solicitó una orden de allanamiento y secuestro para un domicilio ubicado en Los Naranjos al 4000. Según la denuncia original, el dueño de casa –un hombre de 66 años- había construido una especie de jaula en el fondo de la vivienda en la que encerraba a su hijo autista durante el día. Por la noche, también encerraba a su esposa, una mujer de 61 años, con problemas psiquiátricos.

Con el aval de la Justicia de Garantías, personal de la comisaría de la Mujer y de la Coordinación Departamental de Investigaciones ingresó el viernes a la tarde a la vivienda ubicada en el barrio Las Dalias y detuvo a Edgardo Oviedo. En el lugar, rescataron a su hijo de 30 años y a su esposa y ambos fueron trasladados a cuerpo médico para su atención.

El imputado fue trasladado al complejo penitenciario de Batán, y se negó a prestar declaración en el marco de una causa por reducción a la esclavitud y servidumbre.

Las amenazas que el imputado hizo a algunos de sus nietos, motivó que uno de los hermanos decidiera realizar una denuncia. Si bien fue hasta la comisaría para solicitar una orden de restricción para proteger a los niños, en el avance de la entrevista con el personal policial denunció la situación en la que vive su madre y su hermano menor. Tal panorama fue confirmado por otra hermana quien reconoció que le tenían pánico a Oviedo.

Durante su exposición, los denunciantes relataron que el hombre construyó la “jaula” después de que el hijo que padece autismo protagonizara una fuga del hogar. “Colocó rejas y chapas –con cubiertas en la parte superior- y dejó una abertura por la que le alcanzaba mate cocido y un poco de pan”, indicaron.

“Nosotros denunciamos esta situación en 2008 y 2010 y nadie hizo nada. Nos dejaron, como se dice, en banda. Estuvimos en Tribunales y en la Comisaría. La reacción de todos fue la misma: escuchaban y nos decían que estábamos contando una de terror, que no podía ser para tanto. Hace cinco años mandaron a unas asistentes sociales. Pero todo quedó ahí. Ahora juntamos fuerza y volvimos a denunciar. Nos costó mucho. Él nos enseñó a tenerle miedo, a ser cobardes y a estar sometidos. Siempre nos dijo que como él nos había hecho nacer, él nos iba a desarmar. Por eso teníamos miedo, pero por suerte esta vez nos dieron bolilla”, contó una de las denunciantes.