Luego de los festejos del pasado sábado 25 de mayo, por los 10 años de la asunción de Néstor Kirchner como Presidente, fue furor en la web el video de un niño que le exigía a su padre ver a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner «en la vida real» , negándose a la propuesta que le hacían de verla por TV. Hoy, Cristina le cumplió su deseo y recibió al pequeño Agustín y a Mara, una nena que quiere ayudar a comprar netbooks.
Aproximadamente, hoy a las 10, la Presidenta había anunciado en su facebook y twitter «Agustín y la vida real. Hoy al mediodía lo voy a recibir».
«El domingo por la tarde alguien me dice: «Dra. ¿vió el video del nene que la quiere ver?». ¿De qué me hablás? Miro la pantalla de la compu y aparece Agustín. Campera azul. Súper abrigado. Chiquito. Terco. Adorable. Va de la mano de su papá y dice algo que me mata: «Yo quiero ver a Cristina en la vida real», contó.
Y agregó: «Hoy al mediodía Agustín, me ve en la vida real, antes de la inauguración de la Bienal de Venecia desde el Museo del Bicentenario. También recibo a Mara nieta de desaparecidos .Tiene seis años, va a primer grado. El pasado viernes Zanini hablo en la cena que había organizado H.I.J.O.S . Estaba Mara. Me había escuchado en un discurso en el que decía que las netbooks las comprábamos con el aporte de los trabajadores. Lo encaró a Carlos y le dijo: «Vos la ves a Cristina?». Zanini: «Si, claro…» «Dale este dibujo mio , y este dinero que lo junté para que ella pueda seguir comprando las netbooks».
La Presidenta reveló que Carlos Zanini le contó que Mara le vende sus dibujitos a sus compañeros para juntar dinero para las netbooks. En la carta que le envió, además del dibujo, la nena colocó un poco más de treinta pesos en billetes de $2 de $5 y monedas. «El dibujo son tres personas presas tras las rejas . Casi me largo a llorar …», escribió CFK.
Finalmente, cumpliéndoles su deseo, Cristina recibió hoy a ambos en su despacho de la Casa Rosada acompañados de su familia. Posteriormente, en palabras que denotaron su emoción, escribió: «Por Agustín, que por suerte no confunde la vida real con la televisión. Y por Mara, que nunca conoció a sus abuelos , pero quiere ayudar a comprar netbooks. Ellos dos solos bien valen toda la década.»
