La lluvia no fue impedimento para festejar el paso de la Selección a semifinales del Mundial. En Lobería la gente salió a la calle con gorros, banderas, camisetas, a celebrar la victoria ante Bélgica. No era para menos, hacía 24 años que Argentina no avanzaba a esa instancia en la Copa del Mundo.
El monumento a Mitre, el lugar habitual de festejos en Lobería, se vistió de celeste y blanco de la mano de los más chicos que se animaron a cantar y saltar bajo una copiosa lluvia. También las cuatro avenidas se vieron colmadas por una ruidosa caravana interminable de autos en los que la gente revoleaba camisetas y banderas, mostrando la alegría por el triunfo ante Bélgica.