Carlos A. Guerrero

abuso sexualUn loberense, de apellido Correa, fue condenado a 8 años de prisión efectiva el jueves por el Tribunal Criminal Nº 1 de Necochea, por el delito de “Abuso Sexual Gravemente Ultrajante”, en perjuicio de una menor de edad con quien convivía en un domicilio de Lobería. El sujeto continuaría con arresto domiciliario en nuestra ciudad y tendría salidas laborales.

El Tribunal Criminal Nº 1 de Necochea decidió condenar a la pena de ocho años de prisión efectiva a Correa, por resultar penalmente responsable del delito. El fallo se conoció el jueves 27 de febrero,  cerca de las 14. Para castigar al acusado, la prueba fundamental fue el testimonio ofrecido por la víctima.

Las jueces Mariana Giménez y Luciana Irigoyen Testa optaron por la condena al vecino de Lobería y se apoyaron firmemente en la versión de la chica, entendiendo que lo expresado en la Cámara Gesell y en sus dichos tiene consistencia acerca de lo ocurrido durante un período de cerca de seis años cuando transcurrieron los hechos denunciados.

La fiscal que investigó el caso, Analía Duarte, de la UFI Nº 10 especializada en la temática de abuso contra la integridad física de las personas, había solicitado la pena de trece años de cárcel para el imputado.

Finalmente, el Tribunal Criminal Nº 1 dispuso por mayoría la pena mínima que impone el Código Penal para este tipo de delitos, mientras que el defensor oficial Daniel Surgen pidió la absolución de su defendido por considerar que en este caso solamente existía una prueba catalogada como contradictoria sobre lo acontecido.

El condenado a prisión efectiva seguirá, por el momento, con el régimen de arresto domiciliario con salidas laborales en nuestra ciudad, hasta tanto quede firme la sentencia en el Tribunal de Casación, según indicaron ayer voceros judiciales consultados por el medio Ecos Diarios.

La investigación de los hechos ocurridos en la ciudad determinó que si bien no hubo acceso carnal, la pequeña denunció tocamientos durante la etapa que vivió entre los 6 y 12 años, cuando convivía en ese momento con el imputado del delito de «Abuso Sexual Gravemente Ultrajante”.

La pequeña expuso la situación que atravesaba durante la intimidad de la escuela primaria a la que acudía en noviembre de 2011 y en base a esos dichos se inició la pesquisa policial y judicial.

Durante el debate oral se escucharon varios testimonios, además de lo relatado por la menor, a través de la Cámara Gesell que se expuso en una de las audiencias.

La madre de la chica habría asegurado que el acusado «es una buena persona” y se habría referido a su propia hija diciéndole mentirosa ante los jueces.

Por su parte, otras personas que pasaron por el juicio oral aseguraron como creíble y contundente los hechos narrados por la víctima de los sometimientos.

Fuente: Ecosdiariosweb.com.ar