Carlos A. Guerrero

Este domingo por la tarde un loberense que disfrutaba de un día de playa en Quequén se descompensó repentinamente. Fue salvado por guardavidas que le practicaron reanimación cardíaca y utilizaron el desfibrilador automático.

El loberense Pablo Ceirano (63) se desvaneció cuando ingresaba al agua en Monte Pasubio y se vivieron momentos de angustia por la situación.

El grupo de guardavidas actuó rápida y correctamente, practicando las maniobras adecuadas y utilizando el DEA del Balneario La Virazón para lograr que el corazón de Ceirano volviera a latir.

Posteriormente, el hombre recibió atención médica y fue llevado al hospital de Necochea y, luego, trasladado a la ciudad de La Plata.

Muerte en Necochea

Para el mismo momento un episodio similar, pero con consecuencias más trágicas se produjo en las playas de Necochea, a la altura de Sotavento, cuando un hombre sufrió un ataque cardíaco.

El hombre de 65 años falleció en el lugar antes que llegaran a reanimarlo. En lugar de una ambulancia, al lugar se acercó una camioneta de Defensa Civil, que de cualquier manera nada pudo hacer para asistir al fallecido.