Carlos A. Guerrero

MAR DEL PLATA- Una agente de la Policía Local de 33 años fue asesinada este martes en Mar del Plata, en Alberti y Las Heras, por su expareja, quien la abordó en la vereda mientras esperaba el colectivo: discutió con ella, le arrebató su arma reglamentaria y la mató. Una hora después, el hombre fue detenido en Miramar, todavía llevaba puesta una remera manchada con la sangre de la víctima.

La víctima fue Gisela Romina Varela, quien había salido temprano por la mañana del edificio donde vivía en Alberti al 1500 vistiendo su uniforme de Policía Local, chaleco antibalas incluido y su arma reglamentaria en la cintura. Caminó unos 200 metros hasta la parada de los colectivos 571 y 532.

Cerca de las 6.40 de la mañana, Varela se encontraba en la vereda de la calle Alberti, a unos 20 metros de la esquina de Las Heras, cuando fue abordada por su expareja, un agente de seguridad de camiones de caudales, Alejandro Cejas.

Testigos que se encontraban en la misma esquina relataron que vieron a la pareja -ella de uniforme de policía y él de ojotas, bermuda y remera- discutir, hasta que en un instante, Cejas le arrebató el arma reglamentaria a Varela y le disparó en cinco oportunidades.

Varela murió prácticamente en el acto, con al menos tres impactos de bala en su cuerpo: dos a la altura del mentón y uno en el cuello. Acto seguido, y con el arma en la mano, Cejas caminó como si nada hasta donde tenía estacionado su auto Toyota Etios y se fue del lugar.

Además de los testimonios de los testigos, que describieron a Cejas y su vestimenta de ojotas, bermuda y remera y que informaron que subió a un Toyota Etios, el crimen quedó registrado por las cámaras de seguridad municipal. Estos datos, sumados a la inmediata identificación de la víctima, hicieron que los investigadores pudieran individualizar al principal sospechoso: la expareja de la policía, Alejandro Cejas y comenzaran a buscarlo por toda la ciudad.

Al revisar las pertenencias de la víctima, encontraron en su bolso una orden judicial, con fecha del 8 de agosto de 2018, en la que la que el Juzgado de Familia N°4 le prohibía a Cejas acercarse a Varela a menos de 300 metros, por una serie de denuncias de violencia de género. Una orden de restricción que, evidentemente, Cejas decidió no cumplir este 8 de enero.

Pasadas las 8 de la mañana, Cejas fue detenido en Miramar. Todavía vestía la misma remera blanca descripta por los testigos, pero, tras asesinar a Varela, estaba cubierta de su sangre.

Tras la detención, Cejas fue trasladado en los consultorios de Cuerpo Médico para verificar su condición física y, luego, fue llevado a la Alcaidía Penitenciaria de Batán, donde pasó la noche.

El fiscal Fernando Castro imputó a Cejas por “homicidio agravado por mediar violencia de género (femicidio)” y, en el transcurso del miércoles espera poder tomarle declaración indagatoria en Tribunales.