Fotos FB Andrea Sonia Wagner

Grandes y peligrosos baches presenta la ruta 227, en sectores donde recientemente se realizaron tareas de reparación. Los vecinos denunciaron la situación y hasta se tomaron el trabajo de señalizarlos para prevenir accidentes. La millonaria obra aún se está ejecutando.

Hubo numerosas quejas hasta que por fin se inició el bacheo de la Ruta 227 a fines del 2024. La obra ejecutada por la empresa Esuco continúa, actualmente en el tramo entre Lobería y Quequén.

Previamente, se habían llevado adelantes las reparaciones en un tramo entre San Manuel y Lobería, pero parecen durar tan solo meses. Es que ya empezaron a aparecer enormes pozos en partes donde se realizó el supuesto bacheo.

La peligrosidad es enorme. Quienes, confiados de las reparaciones transitan la ruta con aparente tranquilidad, pueden encontrarse con estas trampas que podrían llegar a ser mortales: hay pozos que presentan tal profundidad que podrían hacer perder el control de un vehículo y ocasionar una tragedia.

¿Alguna autoridad notó esto? ¿Algún organismo estatal constata que las tareas sean efectivas? Al parecer, y en plena obra de millonaria inversión, no se percataron. Fue un vecino el que puso manos a la obra y colocó bidones blancos y varillas sobre la banquina para intentar señalizar y alertar a la gente sobre los pozos en al menos cuatro sectores.

«Otra vez un vecino colaboró para que el resto no tenga un accidente que ponga en peligro su vida y sus bienes. Después de dos “ bacheos” se han abierto pozos. Hay más aparte de estos tres. Otros son más profundos y de menor tamaño. Es la historia sin fin. En menos de 10 días ya se abren ¿La empresa contratada se dedicará a eso o hace repostería a gran escala?», se preguntó una vecina al compartir las fotos para graficar la situación.

Lo cierto es que la situación pone en escena los riesgos a los que se enfrenta la gente al transitar por allí y quedan en evidencia los recursos provinciales dilapidados con «bacheos» que, a la vista está, no están bien realizados.