Carlos A. Guerrero

El tribunal, integrado por los jueces Carlos Pocorena, José Alberto Moragas y Florencia Giombini, decidió absolver al docente Juan Rosso y dispusieron su inmediata libertad. Los allegados al acusado, celebraron la decisión. Rosso, profesor de teatro que supo trabajar en Lobería y que tiene familiares en esta ciudad, era acusado de abusar de un niño en el jardín.

El Fiscal Ignacio Calonje había solicitado la pena de 9 años de prisión para Juan Rosso. En tanto la familia del niño, mediante su abogado, pedía 20 años de cárcel.

La abogada de Juan Rosso, Patricia Perelló, se había expresado luego de las jornadas del juicio: «yo expresé la verdad de lo que sucedió, es lo que dicen las pruebas. Es lamentable que la Justicia no haya evaluado la posibilidad de que esto no pasara y tuviera en consideración todas las circunstancias personales de la familia para hacer un análisis de todos los elementos. Creo que acá puede haber un hito en cuanto a cambiar prácticas que están haciendo mucho daño en el ámbito docente, el tema de interrogar mal a los menores, de dar por ciertos sus dichos, hay que analizar el contexto del menor, como se toman estos interrogatorios. Acá se tomaron muy mal, de hecho, tenemos la Fundación Pensamiento Penal y a la Secretaría de DDHH con la Dirección de Violencia Institucional que están interesados en este tema debido a esas malas prácticas. Es una posibilidad para cambiar, pero para eso tenemos que tener la buena voluntad de cambiar los métodos de la justicia».

Pelleró remarcó en la necesidad de haber preservado la «cadena de custodia, como se hace con un análisis de sangre o con una pericia de ADN, lo mismo se debe hacer con un testimonio infantil que es la prueba. No nos olvidemos que Juan Rosso estuvo detenido en la cárcel solo por dichos, porque los docentes dicen que eso no pasó. Qué validez tiene cuando las pruebas, que en este caso son los niños, están inducidas. Las Cámara Gesell que vimos son tremendas, con intervenciones de los padres y del Fiscal, he visto muchas, pero como ésta nunca vi algo igual».

«Hoy los padres tendrían que estar contentos de pensar que efectivamente a su hijo no le pasó nada, porque no le pasó nada. Entiendo que en su momento podrían haberse dejado llevar por un sesgo, pero acá al juicio vinieron a mentir y fue muy difícil interrogarlos porque todo lo que yo les preguntaba lo evadían, y ahí uno se pregunta por qué vinieron a mentir», enfatizó.

Ante la consulta de la posibilidad de que la situación de detención se revierta agregó «deberían revertirlo, nosotros nos afirmamos en pruebas, siempre hicimos un análisis de las pruebas y lo que vimos nosotras también lo vio el Tribunal y si ellos lo desconocen sería muy preocupante».

«Hay un pánico moral en la Provincia de Buenos Aires por las denuncias de abuso. Acá los Docentes fueron destratados, el docente hoy ni siquiera le puede atar los cordones al alumno, el padre manda a su hijo al jardín con la sospecha que el docente va a abusar, es una histeria colectiva. Esto no puede tener más que un resultado siniestro»

«Tengo la esperanza que el Tribunal haya visto todo lo que nosotras vimos, no me sorprende que el Fiscal tenga la postura que tiene porque uno de los que tuvo sesgo confirmatorio desde el primer momento fue este Fiscal particularmente y la Jueza de Garantías que no quisieron ver. Tendrán que trabajar sus propios prejuicios y desconocimiento en cuanto al hecho de la psicología del testimonio, dos factores muy graves», cerró Perelló.