Carlos A. Guerrero

Los médicos de Femeba (Federación de médicos de la Provincia de Buenos Aires), convocaron a un paro para el viernes 2 de diciembre, con diversos reclamos hacia la Provincia. En Lobería, la Asociación Médica convocó a sumarse a la medida en adhesión y apoyo a los reclamos.

Se supo que la Asociación Médica de Lobería decidió adherirse a la medida, por lo cual invitaron a todos sus socios a participar de la misma. Ese día no atenderán pacientes en consultorios ni realizarán confección y entrega de recetas.

Entre los reclamos que plantea Femeba, se destacan: salarios bajos en los hospitales públicos de la Provincia, precariedad laboral y falta de estabilidad, bajos honorarios abonados por obras sociales y prepagas, elevada carga impositiva provincial y nacional, magros aranceles y abultada deuda de IOMA, piden por un sistema de residencia que deje de ser exploración y sea verdadera formación médica, y también se reclama por la violencia irracional que sufren los médicos en distintos lugares.

Comunicado de Femeba:

Los salarios que recibimos quienes trabajamos en los hospitales públicos de la provincia son paupérrimos, y lo mismo ocurre en el resto de las jurisdicciones del país. Como si eso fuera poco, muchos de nuestros colegas carecen de estabilidad laboral, y se encuentran en situación precaria, sin ningún tipo de formalización.

Las obras sociales y prepagas abonan aranceles exiguos y lograr mejoras significativas en nuestros honorarios resulta una tarea casi imposible. A esto se suma la brutal presión impositiva ejercida por la provincia y el gobierno nacional, que nos agobia y reduce aún más nuestros magros ingresos, sufriendo en este sentido una inexplicable discriminación frente a las obras sociales, y otras instituciones, que lisa y llanamente, no abonan impuestos por su vinculación con la seguridad social.

Los médicos de FEMEBA nunca han estado tan reacios a continuar asistiendo a afiliados de IOMA, nuestra obra social provincial, como ocurre ahora, y el sistema apenas sobrevive gracias a nuestro esfuerzo y compromiso, pues de otro modo más de dos millones de beneficiarios del Instituto quedarían sin atención médica. El IOMA adeuda miles de millones a todos sus prestadores y los honorarios que nos abona son míseros, y a todas luces los peores de toda la seguridad social.

Estamos agotados, hartos, desesperanzados, y sobre todo nos sentimos desvalorizados; desvalorizados
por las obras sociales, por las prepagas, y sobre todo por el Estado, que no solo nos maltrata, si no que
se enorgullece de su lucha contra las “corporaciones”, olvidando que esas corporaciones a las que hace
referencia están integradas por médicos; médicos que durante la pandemia han demostrado su
idoneidad y han arriesgado su vida para salvar las de nuestros conciudadanos.