Carlos A. Guerrero

Argentina Irán Mundial 2014

La Selección Argentina tuvo el protagonismo durante casi todo el encuentro ante Irán, pero no encontraba la manera de quebrar la resistencia de un rival bien agrupado en su faz defensiva. Incluso sufrió, ya que los iraníes llegaron con peligro en varias ocasiones al arco de Romero. Un triunfo aseguraba el pase a octavos de final, pero se le negaba a Argentina que intentaba sin claridad. A los 90 minutos, una genialidad de Messi, un verdadero golazo del mejor jugador del mundo, hizo gritar a todo el país y consiguió el agónico triunfo.

En el comienzo, el equipo argentino intentaba hacerse dueño del encuentro, pero Irán lograba imponer su juego físico y un compacto cerco defensivo para cortar los caminos del equipo de Sabella. Los asiáticos sorprendieron a los tres minutos con un cabezazo que se fue desviado, pero fue un anticipo de que había que tomar recaudos para no llevarse una sorpresa.

Una vez pasado el sobresalto del inicio, el elenco «Albiceleste» comenzó a crecer. Con el ataque volcado por la banda derecha, Argentina comenzó a imprimirle intensidad a su juego, obligando al seleccionado iraní a retrasar peligrosamente todas sus líneas.

El equipo de Sabella seguía presionando en ofensiva, pero sin efectividad en el último toque. Irán se limitaba a sostener una férrea defensa ante un equipo argentino que no daba tregua en ataque, pero que fallaba en la definición y acumulaba situaciones desperdiciadas.

Los dirigidos por Queiroz llegaron a inquietar el fondo del equipo argentino pero Romero fue figura y respondió cuando fue necesario.

A falta de 15 minutos para el cierre, Sabella dispuso darle aire a la ofensiva con los ingresos de Ezequiel Lavezzi y Rodrigo Palacio en lugar de Agüero e Higuaín. Los recién ingresados renovaron la energía del ataque nacional, pero repitieron los errores de sus compañeros.

Argentina sufrió hasta el final. Nunca pudo encontrar los caminos y careció de ideas para sorprender. En ningún tramo del encuentro logró un funcionamiento colectivo ni explosión individual, pero la magia iba a aparecer cuando primaba la preocupación y el desgano.

Lionel Messi, con un disparo cruzado desde afuera del área, puso el 1-0 cuando el encuentro se extinguía y ratificó que es la carta ganadora del elenco argentino. El crack de Rosario le dio los tres puntos y el pasaje a octavos de final al combinado «Albiceleste». No obstante, Argentina está lejos del funcionamiento esperado de acuerdo a las individualidades con las que cuenta. Por el momento no transmitió la confianza ni demostró solidez, teniendo en cuenta que no enfrentó a rivales de jerarquía.