Carlos A. Guerrero

A lo largo de más de cinco horas, personal de EDEA, empresa perteneciente al Grupo DESA, llevó a cabo el retiro de centenares de tanzas de pescar y otros elementos que colgaban de los conductores que conforman la línea de media tensión que unen las localidades de Quequén y Lobería.

La compleja tarea estuvo a cargo de operarios pertenecientes al área de Líneas Interurbanas Necochea de EDEA, quienes debieron solicitar la colaboración de Prefectura para que suspendiera la navegación por el río durante el tiempo que duró la limpieza del cable a lo largo de 300 metros.

Otra de las dificultades que presentó el trabajo fue el peso de los conductores que uno a uno debieron bajarse para que a bordo de un bote se pudieran quitar las interferencias de la línea.

El trabajo, que forma parte de las tareas generales de mantenimiento de la línea, tuvo por objetivo despejar una enorme cantidad de interferencias que no sólo eran un peligro para quienes transitan el río sino que generaban inconvenientes en la calidad del servicio eléctrico de la zona.