Carlos A. Guerrero

nave rusa

El carguero espacial ruso Progress M-27M se precipita hacia la Tierra sin que se sepa exactamente cuándo ni dónde caerán sus restos. El Progress, un carguero espacial sin tripulación, con dos toneladas de suministros, ya no responde a las órdenes. «La caída será en condiciones incontrolables», advirtieron las autoridades. Podría caer casi en cualquier lugar de la tierra.

Los operadores de vuelo de Federación Rusa perdieron el control del Progress, un carguero espacial sin tripulación que iba a abastecer la Estación Espacial Internacional (EEI), y que ahora orbita fuera de control y caerá sobre la Tierra.

Progress M-27M fue lanzado al espacio el martes pasado y estaba previsto que se anclase en la EEI seis horas más tarde, para entregar dos toneladas y media de suministros, incluyendo alimentos y combustible.

Pero a partir de un determinado momento, los controladores de la misión dejaron de recibir datos de la sonda, porque la nave había ingresado en la órbita errónea. La nave dejó de enviar datos a la Tierra debido a que no se desplegaron todas sus antenas.

Tras esto, el vocero del Control de la Misión, Sergei Talalasov, le dijo el miércoles a la agencia de noticias rusa Interfax que los controladores seguían intentando restablecer la comunicación con Progress sin éxito.

«Pronosticar con exactitud la fecha y lugar donde caerán los fragmentos del Progress que no se desintegren en las capas densas de la atmósfera sólo será posible unas horas antes de que esto ocurra», dijo hoy a la agencia oficial rusa RIA Nóvosti una fuente del sector aeroespacial.

La misma fuente añadió «en las últimas veinticuatro horas la nave de carga ya ha perdido decenas de metros de altitud».

Todos los intentos por retomar el control de la nave automática, que debía llevar a la Estación Espacial Internacional (ISS) cerca de 2,5 toneladas de suministros -combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos-, han sido hasta ahora infructuosos.

El CCVE anunció que continuará tratando de establecer una comunicación con la Progress que permita darle ordenes, ya que de conseguirlo se podría controlar hasta cierto punto su caída. Ésta podría producirse la próxima semana, entre los días 5 y 7 de mayo, según la corporación Energuia, fabricante de los cargueros.

«Los restos que no se quemen a su paso por la atmósfera caerán en cualquier punto entre el paralelo 52 norte y el paralelo 52 sur», dijo la fuente de CCVE citada por Interfax.

Esto significa que casi todas las grandes ciudades del planeta, menos Moscú, están en la amplia zona en la que Progress podría precipitarse. Ya dio siete vueltas a la Tierra y con cada minuto disminuyen las posibilidades de maniobrarlo.