Carlos A. Guerrero

plaza-mayo-13-dic-2014Por Juan Pablo Cappelli *

Hemos recordado otros diciembres más tristes como el del 2001, con la gente en la calle, con estado de sitio, con 30 muertos. Junto a ellos sepultamos también una etapa de nuestro país.

Recordemos entonces lo que en esos días se estaba vulnerando, los Derechos Humanos y la propia Democracia. Como se sabe el 10 de diciembre fue el día internacional de los Derechos Humanos pero también es para los argentinos una fecha para celebrar que estamos en Democracia, para recordar lo que nos costó y para generar conciencia de sus valores.

No hay dudas que Derechos Humanos y Democracia son conceptos que van de la mano, no hay Democracia plena si no hay Memoria, si no hay Verdad, si no hay Justicia.

Como es sabido, la desaparición forzada de personas y el robo sistemático de bebés es una crueldad original de la dictadura argentina, pero todas las dictaduras latinoamericanas de ese periodo fueron asesinas. De manera que podemos mirar a la patria grande para ver si hemos avanzado.

El día que recuperamos el nieto 116 Estela de Carlotto se encontraba en México, reclamando por 43 estudiantes desaparecidos, desaparecidos ahora, en una democracia cooptada por los carteles narcos.

Miremos como en Chile, el poder legislativo sigue homenajeando al dictador que encabezó un periodo cruel que dejo más de 10 mil muertes certificadas de las 40 mil denuncias recibidas.

Miremos a Brasil, donde las leyes del perdón siguen vigentes, pero han dado los primeros pasos conformando una comisión por la verdad que género un informe al estilo de nuestro “Nunca más”.

Entonces valoremos lo que hemos avanzando como Argentinos, no solo con la justicia, si no también desarmando el andamiaje legislativo y financiero que habían establecido al servicio de los intereses de la propia dictadura.

Lo que nos lleva a exigir que todas las fuerzas políticas deben ser muy claras al respecto de la política de Derechos Humanos que llevarán adelante, no podemos, no debemos dejar pasar como sociedad que candidatos presidenciales hablen de “curros” o de “cerrar etapas” cuando se le consulta sobre este tema.

La política de Derechos Humanos que con valentía inició el Doctor Alfonsín fue cortada, fue frenada por levantamientos militares que tomaban de rehén la incipiente democracia. Política que se vuelve plena y profunda durante el kirchnerismo dando por resultado más de 560 represores condenados, 116 nietos recuperados y un ejército al servicio del pueblo, pero sobre todo una conciencia popular masiva. Que no nos hablen nuca más de perdón y de olvido. No podemos permitir que las amenazas a las políticas de memoria verdad y justicia vengan ahora de la propia democracia.

Podemos ver también desde esta óptica a la Asignación Universal por Hijo como un derecho de la niñez, al PROGRESAR como derecho a la educación, a la inclusión jubilatoria como derecho de los adultos mayores y el PROCREAR como derecho a la vivienda.

Se debe profundizar, debemos continuar ampliando el concepto del derecho humano, debemos mirarlo también desde una perspectiva actual, podemos debatir lo que nos falta, pero tomemos lo hecho como un valor, como una base sólida.

Y analicemos que de manera inédita un proyecto político cumple tres mandatos sin interrupción y pondrá en juego la conducción de un país mucho mejor del que recibe, que habrá un camino marcado, que los poderes fácticos, aquellos que siempre amenazaron y amenazarán a la democracia están debilitados, y lo están porque eso que algunos plantean como el conflicto permanente del kirchnerismo, lo que ha logrado es visibilizarlos, sacarlos de las sombras, generar conciencia popular de que existen y porque existen, y esto debe tomarse también como un valor para quien le toque gobernar, como un valor de la sociedad, como un paso más en la madurez de la democracia que el día 10 pasado celebro 31 años y que como militantes de la democracia pudimos festejar en esa plaza por la que ha pasado toda nuestra historia.

* Concejal del Frente para la Victoria periodo 2011-2015, Lobería.